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¿El cuidado de los ancianos en manos de «casas inteligentes»?

La tecnología avanza para mejorar la calidad de vida de las personas de la tercera edad en Chile.

Laurencia Ahumada es una persona de la tercera edad que vive sola en su casa de Limache. Ya se había caído una vez y había permanecido horas en el suelo, sin poder moverse, en una experiencia muy dañina y extrema para su salud. Actualmente su vivienda cuenta con diversos sensores que no sólo monitorean posibles caídas, sino que también otras conductas que están ligadas directamente a su bienestar».

El ejemplo de Laurencia, una anciana chilena de la localidad de Limache, fue utilizado en 2016 por parte de Ministerio de Saludpara el lanzamiento de una inédita plataforma en el país denominada eHomeseniors desarrollada por investigadores de la Universidad de Valparaíso (Chile).

Funciona a través de un sistema de sensores que permite detectar a distancia desde caídas de las personas ancianas que viven solas, hasta el monitoreo de los eventos cotidianos -pérdida de la memoria, por ejemplo- que vayan teniendo.

El proyecto, que fue presentado hace varios meses y probado en algunas casas de salud de la V región (o región de Valparaíso), tiene el siguiente lema: «Hogar Inteligente para mejorar la Calidad de Vida de Adultos Mayores”.

Entre otras cosas, lo que se busca es generar un monitoreo que permita darle tranquilidad a familiares y al mismo tiempo colaborar con la autonomía de estas personas.

Al frente de esta iniciativa se encuentra Carla Taramasco, académica e investigadora de la Escuela de Ingeniería Civil Informática de la Universidad de Valparaíso. Cuenta con el respaldo de un equipo de profesionales, además de otras instituciones como el Servicio de Salud Viña del Mar Quillota (aporta espacios e infraestructura pertenecientes al hospital geriátrico «Paz de la tarde» de Limache).

El sistema ya fue implementado en 75 casas de personas de la tercera edad en la región de Valparaíso, tal cual confirmó Taramasco a La Hora.

“Actualmente nuestra población de adultos mayores aumenta bastante rápido y nos encontramos con que uno de cada diez vive solo y cuatro de cada diez pasa todo el día solo. Esto los expone a distintos riesgos que nosotros tratamos de minimizar con este tipo de sistema con que logramos monitorear a larga distancia al adulto mayor”, explica Taramasco a ese medio chileno.

“El proyecto tiene dos aristas: el de la protección, poder reaccionar rápido en el momento de algún evento de riesgo como caída o accidente, y también el de la detección temprana de enfermedades, y para eso captamos datos de hábitos del adulto mayor en su casa que nos vayan dando pistas de posibles enfermedades crónicas”, agregó. Los beneficios de esta propuesta de monitoreo a distancia a través de sensores puestos en «ambientes inteligentes» fueron considerados por la propia Laurencia.

“Ya que me caí una vez y viví la experiencia de quedar postrada sin ayuda. Ahora me siento mucho más segura, especialmente por los sensores lumínicos, que me advierten en la casa de posibles caídas”, expresó Laurencia.

Una vez más la tecnología se pone al servicio de una franja etaria que en los últimos años ha crecido en Chile. Aspectos que van desde el cuidado de estas personas, hasta la defensa de su dignidad y derechos, suelen ser recurrentes en el país sudamericano.

Al mismo tiempo, si bien la intención de fondo parece positiva, también conlleva a otras interrogantes y que tienen que ver, por ejemplo, con el protagonismo a la hora del cuidado de estas personas que viven solas. ¿En un futuro no muy lejano será de sensores en «casas inteligentes»?

De momento, por más que avance la tecnología y que surjan respuestas para llevar más tranquilidad a estas personas y sus familias, no parece que haya nada que sustituya a la famosa palabra que popularizó el papa Francisco, la «cariñoterapia», aquel abrazo afectivo y comprometido que ojalá nunca caiga en desuso.